John Keats | A una dama vista por un momento en Vauxhall
El mar del tiempo ha estado cinco años en marea baja,
horas largas han permitido a la arena deslizarse
desde que me enredé en la telaraña de tu belleza,
capturado por tu mano desnuda de su guante.
Y sin embargo, nunca miro el cielo a medianoche
sin contemplar tus ojos a la luz de la memoria;
nunca puedo mirar los tintes de la rosa
sin que mi alma vuele a tu mejilla.
No puedo mirar ninguna flor naciente
sin que mi oído amante, imaginando tus labios
y atento a una palabra de amor, devore
su dulzura en otro sentido: tú eclipsas
todo deleite con un recuerdo dulce
y traes pena a mis preciados gozos.
To a lady seen for a few moments at Vauxhall
Time´s sea hath been five years t its slow ebb,/ long hours have to and fro let creep the sand,/ since I was tangled in thy beauty´s web,/ and snared by the ungloving of thine hand.// And yet I never look on midnight sky,/ but I behold thine eyes´ well memory´d light;/ I cannot look upon the rose´s dye,/ but to thy cheek my soul doth take its flight.// I cannot look on any budding flower,/ but my fond ear, in fancy at thy lips/ and hearkening for a love-sound, doth devour/ its sweets in the wrong sense: -thou dost eclipse// every delight with sweet remembering,/ and grief unto my darling joys dost bring.
John Keats (Londres, 1795- Roma, 1821). La poesía de la tierra. Odas y sonetos. Traducción de Ana Bravo y Javier Adúriz. Ediciones Del Dock. Buenos Aires. 2003.
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