Leopoldo Castilla | El padre ha vuelto
Leopoldo Castilla | El padre ha vuelto
Cruzó toda su lejanía
en una vaharada de alma:
la dio vuelta a la muerte, la dejó boca abajo,
deshielando;
se fue de sí
como una media luna
y por ir viniendo, azuló el camino.
Nos estamos mirando, sonriendo, envejecidos,
calladitos
para no molestar a la resurrección,
respirando, él de mi pecho,
yo, de su cielo,
tristes de alegría,
humitos que se han visto
y se juntan bien lejos.
Constelado, en el vacío,
recogió de él todo lo que pudo
para que yo sienta ahora el peso de su mano
viva, todavía.
Hay dentro de mí demasiado silencio
como antes de nacer
hasta que él, anochecido, ocupa su lugar.
Y bebemos de la misma copa
los dos mirando el fuego
desde el fuego.
Leopoldo "Teuco" Castilla (Salta, Argentina, 1947), El amanecido. Ediciones El Mono Armado. 2005.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.
ResponderBorrar