Sylvia Plath | La rival
[traducción: GG]
Si la luna sonriera, se parecería a vos.
Das la misma impresión
de algo hermoso, pero aniquilador.
Ambos brillan con luz prestada.
Su boca en O apena al mundo; la tuya está inafectada,
y tu don principal es transformar todo en piedra.
Me despierto ante un mausoleo; estás acá,
golpeteando con tus dedos en la mesa de mármol, buscás cigarrillos,
maligno como una mujer, pero no tan nervioso,
y te morís por decir algo incontestable.
También la luna abusa de sus súbditos,
pero a la luz del día resulta ridícula.
Tus insatisfacciones, por otra parte,
llegan por el buzón con amorosa regularidad,
blancas y vacías, expansivas como el monóxido de carbono.
No hay día a salvo de noticias tuyas,
mientras paseás por África, tal vez, pero pensás en mí.
The Rival
If the moon smiled, she would resemble you.
You leave the same impression
Of something beautiful, but annihilating.
Both of you are great light borrowers.
Her O-mouth grieves at the world; yours is unaffected,
And your first gift is making stone out of everything.
I wake to a mausoleum; you are here,
Ticking your fingers on the marble table, looking for cigarettes,
Spiteful as a woman, but not so nervous,
And dying to say something unanswerable.
The moon, too, abuses her subjects,
But in the daytime she is ridiculous.
Your dissatisfactions, on the other hand,
Arrive through the mailslot with loving regularity,
White and blank, expansive as carbon monoxide.
No day is safe from news of you,
Walking about in Africa maybe, but thinking of me.
Sylvia Plath (Boston, 1932 – Londres, 1963), The Collected Poems. HarperCollins. New York. 2008. Traducción: Griselda García.
NB: Esta traducción puede variar de aquí a un tiempo. Gracias, vuelva pronto.
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