José Watanabe | Cielo de hospital




José Watanabe | Cielo de hospital


santa
vaciada
Blanca Varela


Mi útero de humo
sale por la chimenea y se disuelve como nimbo
en este cielo que nunca tiene violencias.
Una violencia de cielo me hubiera consolado más.

Una enfermera cruza el jardín, ninguna
flor anuncia mi dolor. El dolor sólo está
en los confines de la carne que aún resta.

Mi útero
debió irse como un globo festivo
lleno de novios y nonatos. Él me convertía
en un animal muy bello
cuando urdía otro cuerpo.
Debió irse entonces
como un odre de dioses, ebrio y feliz, no víscera
de triste mamífero
en la bandeja de cirugía, no huevo
de la amargura.

La muerte se me acunó como hijo
y ahora también es humo de crematorio.
La cólera
o el ansia de belleza que impulsa a los árboles
a restituir la rama podada, está conmigo. Todo será
restablecido.
Voy a formar
una matriz nueva, un cuenco hondo como dos manos juntas,
no para fruto, no importa si huera

pero ahí.


José Watanabe (Laredo, 1945- Lima, 2007). Poesía completa. Editorial Pre-Textos. Valencia. 2013.

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