Daniel Matul | Solentiname




Daniel Matul | Solentiname


El cuajipal

Me habita un extraño animal. No ladra, sólo se pierde en la noche. Juega con mi ropa y nada cerca de las orillas. No lee, no escribe, ni dice frases importantes. Nadie lo mira, pero lo intuyo. Me come las vísceras y los rencores. Nunca me trajo la luna, sino estas palabras, esta isla, este oficio de caminar descalzo sobre el oscuro lago de Cocibolca. Me habita un extraño animal.


La garza

Nada sustituye al vuelo de la garza. Nada sustituye tampoco al miau del gato que ahora camina entre la casa. Cada gota de lluvia cae por sí misma sin pretender sustituir a las demás. La larga transparencia del lago no sustituye a la espuma cuando tropieza con la tierra. Somos el milagro reunido de tu presencia, tu mano, tu pie, tus heridas o tu rostro. Somos la leve oscuridad de la noche, la luz de una hoja y por tanto irreemplazables, aunque a veces el mercado insista en que todo lo que crece en el lago se sustituye por precio o calidad del servicio.



Daniel Matul (Quezaltenango, Guatemala), Solentiname. Editorial Costa Rica. San José. 2017.

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