Agustina Lescano | Nena
Jugoso en la boca
Saco una foto de gente parcelada
en casas y barrios
y le subo la saturación al máximo
para que brillen todos
los que hacen la plancha al sol
sobre los líquidos circulantes.
El mate, tereré
porrón frío
el fernet en vaso de litro
un hielo derretido
flotando en la cubetera.
Pienso en los cuatro puntos
exactos donde se apoya tu cama
y vos dormido como un bichito
comparo el cuadro con el mío
donde llego a dormirme
dentro de otro plano más grande
del que quiero creer que escapo:
la familia, la casa
los flujos del deseo
filtrando
como la pileta de un vecino
que se espía desde el techo.
Nena
La botella y yo
transpiramos en la vereda
el aire está casi tan espeso
como la calle
y deja a todos en el barrio
mirando hacia el fondo de la avenida
como si fuera a pasar algo.
A la hora de siempre
aparece el loco
corriendo con la camisa abierta
y en la mano una bolsa de mercado
vacía y con los bordes descosidos
donada por alguna familia
que ahora usa bolsas de plástico
para comprar cosas y después tirarlas.
Yo era chica y un tipo en la tele
hablaba sobre el tema: linyeras
salí a la puerta y le pregunté a mamá
qué era.
Apareció el loco a la misma hora
y mi mamá señaló con la cabeza
yo lo quedé mirando y él me gritó
y siguió corriendo
qué pasa, nena
nunca viste un hombre.
Agustina Lescano (Santa Fe, 1992), Nena. Corteza ediciones. Santo Tomé. 2016.
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