Foto: Tuerto Rey
Niní Bernardello | Natal
Escribo y borro, tacho y excluyo
huyo de mí, de aristas rojas
de sangre que vienen de lejos
de un tiempo arcaico que fulge
en la luz de un verano muerto.
Por más que intente escapar
el sabor de un imperio verbal,
trastoca las palabras
en arañas, rugidos y estertores
cosiendo mis labios al resplandor
de tu mirada que insiste cruel
mientras escribo en el borde
de un ataúd de fuego.
/
Alguien en el correo
me decía: hay una carta
de Bellessi para vos.
Vi el sobre, era de papel
aéreo y de formato pequeño.
La aleta izquierda estaba despegada
y pude ver la supuesta carta
como un bulto
de papeles muy doblados
enrollados y colocados
hacia el lado abierto.
Pensé en la contradicción
entre el peso de la carta
y la levedad del sobre.
¿Por qué habías elegido
un sobre aéreo
que no soportó la carga
y abrió los bordes?
Debían lacrarlo, me dijeron,
antes de entregármelo.
Pero yo robé la carta
y ansiosamente
saqué el envoltorio
de papeles. No era
papel, era género.
Muy doblado, blanco
y ribeteado por una
puntilla delicadísima.
No lo desplegué.
Vi, en el doblez
unos elementos redondos.
Sin comprender me dije:
no me escribió nada,
me envió semillas
sólo semillas.
Soñado en abril de 2005
Niní Bernardello (Cosquín, 1940), Natal. Bajo la luna. Buenos Aires. 2011.
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