Reseña por Carlos Schilling



Habitar el instante, la voz irresistible de Griselda García

por Carlos Schilling


En su nuevo libro Ahora, reúne poemas en los que se impone su visión irónica y sapiencial del sexo, la literatura y el amor.


Hay algo irresistible en la poesía de Griselda García que no tiene tanto que ver con su manera de trabajar las palabras ni con su visión de mundo, sino que parece provenir del tono de su voz. Escriba lo que escriba, uno quiere seguir escuchándola, porque hay algo irónicamente sapiencial en ella. Un tono que se percibe tanto en sus poemas confesionales como en los ficcionales (diferencia que nunca es tajante, pero que resulta perceptible cuando habla a través de la boca de un pintor o de un viejo en un geriátrico, por ejemplo).

¿Cómo definir ese tono? Algo así como la voz de la experiencia aunque despojada de la carga peyorativa que tiene esa expresión aplicada a una persona real. Puede ser escéptica, puede ser ácida, puede ser sentimental, incluso, pero nunca resulta una voz pedante. Se materializa en versos de una contundencia aforística, como "Los lugares comunes suelen ser/ los que contienen más verdad/ caímos en todos".

Tanto en los poemas líricos como en los narrativos de Ahora, García compone escenas vívidas en las que consigue retratar a uno o dos personajes y describir una situación completa en pocos trazos. Los mejores ejemplos son "Su ley" o el inolvidable "Nene, ¿no te basta con tu novia?", donde describe el intento de seducción de un joven estudiante: "Me aplaudís cuando termino de leer/ decís que te gusto, que escribo bien/ me presentás a tu novia, estudia Letras./ Cuando ella se va me decís un piropo./ No sé si cambiaron los códigos/ o te tomaste una licencia poética".

La urgencia que se condensa en el título del libro, su presente imperativo, se traduce menos en un carpe diem (vive la vida, diríamos hoy, más cerca de Ricky Martín que de Horacio) que en un "habitar el instante", colmarlo de atención. Dicho con sus propias palabras: "Despertá, el tiempo no espera a nadie".



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