Santiago Sylvester, Los casos particulares


Santiago Sylvester, Los casos particulares


(peripecia del cuerpo)


El cuerpo es exigente: reclama, ofrece prestaciones, y ahora
me doy cuenta de que elige sólo a medias:
                                                                    sin embargo,
en él está lo que gano y pierdo: vértigo de lo que llega,
descarte de lo que sobra y
perpetuamente sobrará.


                                             La memoria
forma parte del cuerpo: no difieren naturaleza y cultura: todo
en este caso es todo, pero no con el fastidio ontológico sino
con la contundencia del verbo estar.
                                                            La voz, el entusiasmo,
forman parte del cuerpo como la mirada forma parte del
ojo: no hay separación que valga.


Un cuerpo sano o enfermo es igualmente el cuerpo, incluso
la cicatriz;
la caída de un diente, un moretón, son tan cuerpo como la
punta de los dedos:
hasta lo que puede ser cortado, uña, pelo o pellejo, que es
donde más se esmera porque ahí
puede desaparecer.


El enigma que circula por el cerebro, lo intenso del tendón
y resueltamente el sexo: cada tarea
pregunta qué vino mi cuerpo a decir de mí, cuál es la
justificación que me rodea:
el cuerpo, el exigente.


                               Con él
me siento en confianza, no sé si en calma:
un ojo cerrado, el otro abierto,
como el animal que se tiende al lado de su dueño y se duerme,
y sospecha que por ahora todo está bien.




(¿hablando solo?)


En lo mejor de la charla,
vienes a decirme que se ha ido: a dónde se va a ir
con lo que le gusta mirar por esta ventana del café:
no va a dejarme con la palabra en la boca, siendo gente de 
buena educación:
no va a dejarme hablando solo.

Sin embargo, hay enigmas en todas partes: lo que se va y no
desaparece, lo que desaparece y sigue por aquí:
también los amigos tienen su enigma,
además del enigma mayor: que no haya nada que entender.

Estas cosas suceden según lo previsto, y no hablo de asuntos
pendientes o lo que sirva para teorizar: ninguna teoría
sino pura práctica: aquí estuvimos y seguimos con la lógica
confusa en la que suelo estar,
y no vengan con noticias raras:

                                                  decir que estoy hablando solo
es no saber nada de la conversación.



a Javier Adúriz
(1948-2011)


Santiago Sylvester (Salta, 1942), Los casos particulares. Ediciones del Dock. Buenos Aires. 2014.

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