Patti Smith |
pienso
que levantaré campamento. repetición de una fórmula formal anterior. la almohada del
dinero, la larga fumada y el libro. el libro toma el lugar de la música. no
tengo idea de dónde estoy ni deseo de preguntar. estoy en munich y la luz está
cayendo. tengo un relámpago de inspiración. cavo un pozo y aliso la tierra suave con libras inglesas. entierro mi provisión y la cubro con la piel y hojas. meto varias páginas con francos dentro de mi camisa. paro un auto y entretengo al
conductor a cambio de que me lleve al pueblo. pago un amplificador, una
guitarra eléctrica, cuerdas, púas y una correa. prometo volver en pocas horas. consigo un hornillo, una resma de papel y una máquina de
escribir. en una parte remota del pueblo encuentro un cuarto. necesita
blanqueado, así que ofrezco placer a uno de los chicos locales. trabaja como
camarero cerca de ahí, en un club de rock and roll. trabaja para mí pero
no quiere tomar nada a cambio. me trae licor y chicle y dice que quizá la
próxima vez. no tiene nombre y tiene el rostro de un ángel.
los negocios cerraron. no puedo retirar mis compras. me tiro en la cama individual y miro el
techo. de repente me siento sucia, agitada. si estuviera en la onda, me deslizaría en mi albornoz y regatearía con los mercaderes nocturnos. tomo una grasienta campera de cuero color
chocolate y me interno por las deprimentes calles comerciales. si estuviera en otra parte debería estar volviendo con mis brazos cargados de aceites y especias y manojos de menta. camino un rato largo. no hay nadie alrededor. estoy perdida en el sistema solar de un condominio
alemán moderno. paro un taxi y le digo que me deje junto a la rampa del club
YES. no me quedo mucho porque las mujeres me crean problemas. una me da su
collar, otra me da todo. la tomo en un auto estacionado en la parte de atrás. la música es alta y aburrida. las luces, estroboscópicas. agradezco su estupidez, su lindo vestido y sus quaaluds. ella pierde el control y se le cae un zapato. adentro, un fajo de marcos alemanes que robo. ella se abre para un beso y le meto una pequeña goma de borrar rosada. la dejo puteándome atragantada y parto con mi ángel guardián en su moto.
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