Elizabeth Barrett Browning | Amado, amado mío...
[traducción: Griselda García]
XX
Amado, amado mío, cuando pienso
que existías en el mundo hace un año,
cuando yo estaba sentada aquí sola en la nieve
y no vi tus pisadas ni escuché el silencio hundirse
en ningún momento con tu voz... pero, eslabón por eslabón
fui contando todas mis cadenas, como si
no pudieran caerse por un golpe
de tu posible mano... ¡Así bebo
de la gran copa maravillosa de la vida! ¡Maravilloso,
no sentir nunca cómo tu gesto o tu palabra personal
estremecían el día o la noche, -ni haberte
presentido nunca en el blanco de las flores
que viste crecer! Era tan ciega como los ateos,
que viste crecer! Era tan ciega como los ateos,
que no aceptan la presencia de Dios si no lo ven.
XX
Beloved, my Beloved, when I think/ That thou wast in the world a year ago,/ What time I sat alone here in the snow/ And saw no footprint, heard the silence sink/ No moment at thy voice,... but, link by link,/ Went counting all my chains as if that so/ They never could fall off at any blow/ Struck by thy possible hand... why, thus I drink/ Of life's great cup of wonder ! Wonderful,/ Never to feel thee thrill the day or night/ With personal act or speech,—nor ever cull/ Some prescience of thee with the blossoms white/ Thou sawest growing! Atheists are as dull,/ Who cannot guess God's presence out of sigh.
Elizabeth Barrett Browning (Coxhoe Hall, Inglaterra, 1806– Florencia, 1861), Sonnets from the Portuguese. Traducción: Griselda García.
Elizabeth Barrett Browning tituló a uno de sus libros Sonetos de la portuguesa, poemas de amor dedicados a quien luego sería su esposo, el poeta Robert Browning. El título hace referencia al apodo cariñoso con que éste la llamaba: "my little Portuguese".
N.B.: Esta traducción se revisa cada tanto. En su próxima visita a este sitio, puede que haya cambiado.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario