“Emma Zunz”: un clásico policial negro, por Griselda García



“Emma Zunz”: un clásico policial negro

Griselda García – Universidad de Buenos Aires – 2011

 

Introducción

El planteo de este trabajo consiste en que el relato de Jorge Luis Borges “Emma Zunz” (El Aleph, 1948) no se adecua estrictamente a la estructura del género policial clásico ni al policial negro, si no que contiene elementos de estas dos vertientes que explicaremos más adelante.

Desarrollo

“Emma Zunz”, relato de Jorge Luis Borges incluido en El Aleph, relata la venganza de una joven contra su jefe y dueño de una fábrica de tejidos, a su vez culpable del encarcelamiento y suicidio del padre de ella. Emma recibe una carta que anuncia la muerte de su padre y planea matar a Aarón Loewenthal, ya que su aquél le había asegurado que era el responsable de su encarcelamiento. Para cubrir sus huellas, Emma destruye cierta evidencia (la carta recibida) y crea otra: tiene un encuentro sexual con un marinero. Esto le servirá para que luego pueda comprobarse su versión del hecho: mató a Loewenthal porque había abusado de ella. Quizás sorprenda que sea una mujer quien lleva adelante la acción y que además protagonice una de las pocas escenas sexuales presentes en la obra borgeana, si no la única.

En “Emma Zunz”, Jorge Luis Borges se ajusta a las seis instancias que, según afirmaba en su ensayo sobre Chesterton, debe poseer la estructura del policial: límite discrecional de seis personajes, declaración de todos los términos del problema, avara economía en los medios, primacía del cómo sobre el quién, el pudor de la muerte, necesidad y maravilla en la solución.[1] En este cuento, de estilo realista y verosímil, el asesinato, que debería estar oculto, está explícito. Por eso podríamos afirmar que subvierte la estructura del policial clásico.

Es el precursor Edgar Allan Poe en “Los crímenes de la calle Morgue” (1841) quien configura las bases del modelo de la estructura policial. Según su planteo, la organización del policial clásico se compone de al menos tres personajes clave: el investigador, el policía y el delincuente.[2] Por lo general, el delincuente o asesino es alguien de quien no se sospecha en absoluto. En el policial clásico, el investigador lleva a cabo su pesquisa “sin ensuciarse las manos”, esto es, desde su escritorio y apelando casi exclusivamente a su intelecto. En el policial negro, en cambio, toma un rol activo, saliendo de su estudio o despacho e involucrándose en la investigación de un modo más directo.[3]

En el caso que nos ocupa, “Emma Zunz” tendría una estructura policial atípica, con algunos elementos de ambas vertientes, el clásico y el negro. El lector actúa a la manera de un investigador. Para eso, sigue los indicios que propone el texto en forma paulatina. Podríamos notar que hay cierta complicidad con el lector, ya que el narrador le va contando en forma pormenorizada las acciones de Emma en pos de vengar la muerte de su padre.

La figura del policía coincide con las fuerzas policiales que, inferimos, están del otro lado de la línea cuando, una vez cometido el asesinato, Emma narra por teléfono la versión ensayada a modo de explicación de los hechos.

El rol del delincuente podría dividirse en dos, porque dos son las historias que cuenta este relato: en una, la que se le confía al lector, es la propia Emma Zunz:

Emma ya había sacado del cajón el pesado revólver. Apretó el gatillo dos veces. El considerable cuerpo se desplomó como si los estampidos y el humo lo hubieran roto, el vaso de agua se rompió, la cara la miró con asombro y cólera, la boca de la cara la injurió en español y en ídish.[4]

En la otra historia, la que Emma arma para la policía, el delincuente es Loewenthal:

Luego tomó el teléfono y repitió lo que tantas veces repetiría, con esas y con otras palabras: Ha ocurrido una cosa que es increíble... El señor Loewenthal me hizo venir con el pretexto de la huelga... Abusó de mí, lo maté...[5]

El asesinato no solo queda totalmente expuesto, si no que su móvil está desviado y la culpabilidad proyectada a Loewenthal. Según Josefina Ludmer, Emma comete “el delito de la verdad” que consiste en “un enunciado idéntico al verdadero y legítimo, pero puesto en otro lugar, tiempo y nombre que les son legítimos.”[6] 

Siguiendo con las pautas presentes en la estructura del policial, vemos que Emma borra la huella que la incrimina (rompe la carta llegada desde Brasil) y fabrica otra que la favorecerá (el acto sexual con el marinero). A través de la construcción y ejecución de estas acciones puntuales, la protagonista cambia la historia y modifica lo sucedido de modo que le sirva como evidencia para probar el abuso de Loewenthal.

Durante el episodio con el marinero nórdico —pasaje de una riqueza psicológica cuyo análisis, aunque tentador, transgrede los límites de este trabajo—, Emma pone su cuerpo al servicio de vengar la muerte del padre. Siguiendo la estructura del policial negro, observamos que la protagonista toma el rol activo que esta vertiente del género reserva al investigador. Emma Zunz se castiga por el crimen que cometerá. La ley no podrá castigarla dado que ella misma lo ha hecho, aceptando dinero a cambio de sexo: Emma inició la acusación que había preparado («He vengado a mi padre y no me podrán castigar...»).”[7] Resulta curioso el dato de que el título alternativo que Borges había ideado para este relato fuera “El castigo”.[8]

 

Ricardo Piglia sostiene que un cuento siempre cuenta dos historias[9]. En el mismo sentido, Nicolás Rosa afirma: “Nos enfrentamos a una doble textualidad que responde a una teoría del relato laberíntico: un argumento notorio debe ocultar siempre un argumento secreto que debe descubrirse progresivamente.”[10] En este cuento tenemos, por un lado, la historia expuesta que detalla las acciones de Emma para encubrir el crimen que le permite vengar la muerte de su padre; y, por otro, la historia velada de la acusación de desfalco hecha a su padre, Manuel Maier o Emmanuel Zunz.

 

En la primera parte asistimos al planteo de la historia secreta. Estructurada como una enumeración de recuerdos, resulta fácil no prestarle la atención suficiente:

Recordó veraneos en una chacra, cerca de Gualeguay, recordó (trató de recordar) a su madre, recordó la casita de Lanús que les remataron, recordó los amarillos losanges de una ventana, recordó el auto de prisión, el oprobio, recordó los anónimos con el suelto sobre «el desfalco del cajero», recordó (pero eso jamás lo olvidaba) que su padre, la última noche, le había jurado que el ladrón era Loewenthal.[11]

En “Emma Zunz” la historia no juega con la interpretación del lector como ocurre en otros relatos del autor; al contrario, el narrador devela las acciones que incriminan a Emma y su planteo de coartadas. Al tratarse de un cuento breve, la resolución no demora en llegar. Esto supondría para el lector, por un lado, una cuota menor de tensión a la que conllevan otros relatos borgeanos; por otro, la necesidad de leer varias veces para captarlo en todos sus detalles y construir la trama secreta de modo tal que no queden cabos sueltos.

 

 

Conclusiones

En este trabajo hicimos un recorrido donde detallamos los siguientes elementos:

§  Vimos cómo en “Emma Zunz”, a diferencia del policial tradicional, el asesinato está expuesto y no oculto.

§  Analizamos cómo están distribuidos los roles de investigador, policía y delincuente pautados por el policial clásico. 

§  Observamos que, según el modelo estudiado del policial negro, la protagonista del relato toma el rol activo que ese género reserva al investigador.

§  Examinamos el modo en que el autor arma las dos historias, develando una y construyendo en secreto la otra.

 

El estudio de estos elementos arrojaría como conclusión que “Emma Zunz” contiene elementos de la estructura del género policial clásico y del policial negro. Si tuviéramos que ensayar un subtítulo para el cuento, podríamos llamarlo un policial moderno, término que incluiría ambas vertientes antes citadas.


Anexo

Breve análisis de los distintos planos narrativos en “Emma Zunz” de Jorge Luis Borges.

PLANO de la REPRESENTACIÓN

 

 En “Emma Zunz” el espacio de representación es predominantemente urbano. Los lugares que se mencionan son: su casa en el barrio de Almagro, la fábrica donde trabaja, un “club de mujeres”, el puerto, un bar y el Paseo de Julio (paseo con bancos y recovas en la actual avenida Leandro N. Alem de Buenos Aires).

PLANO del NARRADOR

 

Si bien Borges elige utilizar un narrador en tercera persona, éste estaría alineado con el punto de vista de Emma Zunz, la protagonista de la historia, ya que es ella quien ha vivenciado los hechos y los narra desde su perspectiva.

 

PLANO del ESTILO

 

Ricardo Piglia cita a Kafka en una nota de su diario del 19 de diciembre de 1914[12]

En el primer momento el comienzo de todo cuento es ridículo. Parece imposible que ese nuevo, e inútilmente sensible cuerpo, como mutilado y sin forma, pueda mantenerse vivo. Cada vez que comienza, uno olvida que el cuento, si su existencia está justificada, lleva en sí ya su forma perfecta y que sólo hay que esperar a que se vislumbre alguna vez en ese comienzo indeciso, su invisible pero tal vez inevitable final.

Pero en el comienzo de “Emma Zunz” no hay vacilación ni duda. Al contrario, el lector entra de lleno en la historia condensando en el comienzo la síntesis de buena parte de la historia:

El catorce de enero de 1922, Emma Zunz, al volver de la fábrica de tejidos Tarbuch y Loewenthal, halló en el fondo del zaguán una carta, fechada en el Brasil, por la que supo que su padre había muerto.[13]

En el final hay invisibilidad e inevitabilidad, según las palabras de Kakfa. Podemos decir que el cuento está encaminado hacia esa conclusión, de modo tal que “todo cierra”.

Por otra parte, tenemos una alusión al laberinto, una de las obsesiones borgeanas por excelencia, en el pasaje que muestra cuando Emma es conducida por el marinero a través de puertas, pasillos y zaguanes:

El hombre la condujo a una puerta y después a un turbio zaguán y después a una escalera tortuosa y después a un vestíbulo (en el que había una vidriera con losanges idénticos a los de la casa en Lanús) y después a un pasillo y después a una puerta que se cerró.[14]


PLANO de las ACCIONES

 

“Emma Zunz” es un cuento dinámico, de acciones encadenadas. Una vez que Emma lee el contenido de la carta, todo el plan que va a llevar a cabo se arma en su mente: “Recogió el papel y se fue a su cuarto. Furtivamente lo guardó en un cajón, como si de algún modo ya conociera los hechos ulteriores.”[15] En esta línea está condensado todo lo que va a venir luego. El adverbio “furtivamente” refuerza esta noción de premeditación y cálculo.

Esa primera noche que Emma pasa sin dormir le basta para terminar de delinear su plan. El día después intentará que pase como cualquier otro. El lector lee que “Había en la fábrica rumores de huelga; Emma se declaró, como siempre, contra toda violencia.”[16] Esta descripción de la personalidad de Emma, de una o dos pinceladas, no sólo confirma la economía de elementos borgeana y su caracterización austera de los personajes, sino que además prepara el contraste que percibiremos más adelante, ante el crimen de Loewenthal (una mujer que se declara en contra de toda violencia mata de tres tiros a su empleador).

 

Bibliografía utilizada

§  Borges, Jorge Luis, “Emma Zunz”, en: El Aleph, Emecé Editores, Buenos Aires, 2005.

§  _______________, en: “Los laberintos policiales y Chesterton”, Jorge Luis Borges en Sur, Emecé, Buenos Aires, 1999.

§  Ludmer, Josefina, "Mujeres que matan", en: El cuerpo del delito, un manual. Perfil Libros, Buenos Aires, 1999.

§  Materia Teoría y Análisis Literario, Cátedra Panesi, Comisión Fernando Bogado, 1º cuatrimestre 2011. Apuntes personales.

§  Materia Teoría y Análisis Literario, Cátedra Panesi, Teórico JP, abril de 2011. Apuntes personales.

§  Piglia, Ricardo, “Nueva tesis sobre el cuento”, en: Formas Breves, Temas grupo editorial, Buenos Aires, 1999.

§  Porinsky Rebecca, “True Lies: Metaphysical games in Borges’ “Emma Zunz” en Winsconsin Lutheran College [publicación en línea] <http://www.charis.wlc.edu/publications/symposium_spring02/porinsky.pdf> [Fecha de acceso: 17 de abril de 2011].

§  Rosa Nicolás, “Borges o la ficción laberíntica”, en: Nueva literatura latinoamericana, tomo II. Compilación de Laforgue. Buenos Aires, Editorial Paidós, 1974.

 

Bibliografía consultada

§  Jitrik Noé, “Estrutura e significado em Ficciones de Jorge Luis Borges” en: RIBEIRO COELHO, Haydée y FRANÇA, Júnia Lessa (Org.). América Latina no suplemento literário do Minas Gerais 1967-1975 (Crítica Literária). Belo Horizonte: ed. UFMG, 2009. p. 87-89. Traducción al español: Fernando Bogado.

§  Lira Coronado, Sergio René. “Incertidumbres en “Emma Zunz” en Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, Escritos, Revista del Centro de Ciencias del Lenguaje, Número 3/4, enero-diciembre 1988. [Publicación en línea] <http://www.escritos.buap.mx/escri3/69-91.pdf>

§  Parodi Cristina, “Borges y la subversión del modelo policial”, archivo digital.



[1] Borges, Jorge Luis, en: “Los laberintos policiales y Chesterton”, Jorge Luis Borges en Sur, Emecé, Buenos Aires, 1999.

[2] Teoría y análisis literario, Cátedra Jorge Panesi, Comisión Fernando Bogado, 2011. Apuntes personales.

[3] Teoría y análisis literario, teórico abril de 2011.

[4] Borges, Jorge Luis, “Emma Zunz”, en: El Aleph, Emecé Editores, Buenos Aires, 2005. p. 79

[5] Ibid. 4.

[6] Ludmer, Josefina, "Mujeres que matan", en: El cuerpo del delito, un manual. Perfil Libros, Buenos

Aires, 1999.

[7] Op. Cit. 4 p. 79

[8] Porinsky Rebecca, “True Lies: Metaphysical games in Borges’ “Emma Zunz” en Winsconsin Lutheran College [publicación en línea]. <http://www.charis.wlc.edu/publications/symposium_spring02/porinsky.pdf> [Fecha de acceso: 17 de abril de 2011].

[9] Piglia, Ricardo, “Tesis sobre el cuento”, en: Formas Breves, Temas grupo editorial, Buenos Aires, 1999.

[10] Rosa Nicolás, “Borges o la ficción laberíntica”, en: Nueva literatura latinoamericana, tomo II. Compilación de Laforgue. Buenos Aires, Editorial Paidós, 1974, p. 159.

[11] Op. Cit. 4 p. 74

[12] Op. Cit. 9

[13] Op. Cit. 4 p. 73

[14] Op. Cit. 4 p. 76

[15] Ibid. p. 73

[16] Ibid. p. 74

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2 comentarios:

  1. Uno de los mejores análisis que he leído sobre Emma Zunz. ¡Felicitaciones!

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  2. Muy bueno. Gracias por compartir.

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