Ernesto Huerta, Los gestos olvidados
Aquietó la luz de la lámpara
hasta el borde de la penumbra
y vistió el aire de verano.
Sanó los gestos que no se recuerdan,
los sentó a la mesa
y al cortar el pan, la mirada del trigo
fue secreto y revelación.
Volvió al interior del espejo,
rescató su cara de la tormenta del tiempo,
guardó sus ojos en la sombra
y miró los gestos olvidados.
Ernesto Huerta, Los gestos olvidados. Libros de Tierra Firme. Buenos Aires. 1994.
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Me ha gustado mucho este texto del poeta Huerta. Gracias por compartirlo!
ResponderBorrarAbrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,
Frank Ruffino
Y se reconoció en ellos, porque forman parte de su historia, supongo. Bello poema.
ResponderBorrarBeso