De luto
frente a esta pared:
restos descansan, dice.
De quién, de qué resta hablar
a la pared.
Destruir dice. Reparar, acusa el coro,
lo ido o lo deshecho, restos
de quién, qué ashes
citan de profundis; réquiem por esa pared. Paráfrasis,
no volverán las golondrinas
ni padres ni el benteveo que percute la divina partitura:
haya paz,
descansen, descansen en paz;
la pared se derrumba al ritmo de un metrónomo: tac-tac // tac-tac
notas negras, pide el Director:
¿No lo veis? Cristo yace, y lo demás ha partido con batuta
de doble filo: ya,
nada que lamentar,
ni un solo quejido ahora: chito.
Escucha el murmullo eterno del No;
es más claro que el agua.
* la cita en cursiva pertenece a Marguerite Duras.
Irene Gruss (Buenos Aires, 1950). La pared. Editorial Nudista. Córdoba. 2012
Gracias, Griselda. Un abrazo, Irene
ResponderBorrarMuy interesante poema.
ResponderBorrares perfecto. nada más.
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