Observás cómo enseña a hacer tempura
una cocinera japonesa en un documental,
sentís la ciudad colapsada.
Mirar una cosa y pensar en otra,
quizás en eso consista la escritura
o el poema que comienza a escribirse
a espaldas del mundo
al mejor estilo de un buen ladrón de gallinero.
Es de noche y no llueve,
no llueve por una vez en esta ciudad.
Ya hubo alerta amarilla por vientos huracanados.
Eso pasó
como pasa todo y nadie lo recuerda.
21 de abril, 2006
Anahí Lazzaroni (La Plata, 1957), El viento sopla, El suri porfiado, 2011.
¡qué bella la poesía de Anahí!
ResponderBorrargracias,G,ilumina la mañana. Macky
Radiante.
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