Horacio | Oda XI
Tú no indagues, Leucónoe -vedado está saberlo-
qué fin hayan de darnos a ti y a mí los dioses,
ni consultes los números babilonios. Mejor
aceptar lo que viene, sean muchos inviernos
o éste el último en que Júpiter nos concede
ver cómo el mar Tirreno gasta las tercas rocas.
Sé sabia, sirve el vino y ajusta a un breve espacio
las largas esperanzas. Mientras hablamos huye
la edad: ¡goza este día! Nada cierto hay mañana.
Horacio (Venusia, Basilicata, 65 AC – Roma, 8 AC), Libro I. versión de Alejandro Bekes en Revista Fénix nº 8. Córdoba. Octubre de 2000.
Nada cierto hay mañana... es verdad.
ResponderBorrarAunque lo ùnico cierto, si es que interesa, sea abrir bien los ojos y no dejar pasar nada.
Te dejo un beso.
Facu.